jueves, 3 de septiembre de 2015

El Real Madrid no debería tener amistades en el fútbol


El fútbol es un lugar peor desde que a alguien se le ocurrió darle un Príncipe de Asturias de los Deportes a Iker Casillas y Xavi Hernández por ser muy amigos. Aquel día muchos creyeron que era buen momento para estrechar lazos en un mundo tan pasional. Como si un aficionado del Real Madrid se cruzase con un culé y le dijera: “Amigo, mañana quedamos para tomar una copa y ojalá ganéis la Champions League”.

Lo peor de todo es que Florentino Pérez lleva años con la ‘cantinela’ de los clubes amigos, del buen trato con los rivales. El falso señorío que el Real Madrid no necesita. Poner la otra mejilla, mirar hacia otro lado. En definitiva, ser el tonto de la clase. El Real Madrid es el más grande y ha llegado ahí en solitario, sin compañía. De hecho, muchos han querido hacerle la zancadilla.

El madridismo está cansado. Es lo que se percibe cuando uno lee las redes sociales o habla con otros madridistas. El mensaje es claro: “No necesitamos llevarnos bien con Valencia, Sevilla, Barcelona o Manchester United”. El único verbo que conjuga la afición blanca es el de ganar, y en él no entran las buenas relaciones con equipos que harán lo posible por evitar tu éxito.

Evidentemente habrá que tener deportividad dentro de un terreno de juego, educación y respeto dentro y fuera, pero nada más.

Al hilarante cruce de comunicados habría que añadir una contundente ruptura de relaciones. Si el Manchester United quiere jugar, que lo haga en solitario, algo en lo que se ha especializado desde la marcha de Ferguson. Si Van Gaal desea tensar la cuerda, que tense la de su propio vestuario, que bastante tiene. Y si en Old Trafford quieren vengarse por algo en concreto, que lo hagan en el campo, aunque ahí ya no hacen tanto ruido últimamente.

¿Qué debe hacer el Real Madrid entonces? Básicamente mirar por sus aficionados y nada más. A mí me preocupa lo que piense mi familia, no la vecina de al lado.

Fuente: goal.com

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